07-12-2010

Decreto de la Madre Divina


En nombre de la Presencia de la DIOSA en mí y la de todas las MUJERES DEL MUNDO, Invoco en este Círculo a la MADRE DIVINA, a la Madre Tierra: GAIA, GEA, IXCHEL, COATLICUE, TONANTZIN TLALI, AMALURRA…

 A todas las DIOSAS de todo el Mundo y de todas las Tradiciones:
ISIS, ATHOR, PALAS ATENEA, ARTEMISA, ERA, VESTA, TARA, DANA, IEMANYA, LASHMI, DURGA, SARASWATI, KALI, MERÚ, CINTEOTL….

Las Vírgenes:
DE GUADALUPE, DE LOURDES, DE FATIMA, DEL ROSARIO, DE MONSERRAT, DE LOS REMEDIOS, DE LAS MERCEDES, DEL PILAR, DE LA CANDELARIA, DE BEGOÑA, DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN, DE LA DIVINA MISERICORDIA…

A las Maestras Ascendidas:
LADY ROWENA, LADY NADA, LADY PORTIA, KUAN YIN, MADRE MARIA, ASTREA, MARIA MAGDALENA…

A las 7 poderosas Arcangélinas:
AMADA FÉ, CRISTAL, CLARIDAD, ESPERANZA, MARIA, AURORA Y AMATISTA.

Amadas Angelinas:
MITZURI Y NIRISHA y a todas las angelinas guardianes de esta Humanidad.

A LA VIDA SAGRADA DEL:
FUEGO, AGUA, AIRE Y TIERRA.
FUEGO, AGUA, AIRE Y TIERRA
FUEGO, AGUA, AIRE Y TIERRA

En nombre de la Presencia de la DIOS en Nah Kin

Respiramos con el aliento sintiendo como el poderoso manto de las Diosas desciende sobre nosotras y nuestro corazón radiante de luz, de mística comunión se expande, se expande, se expande.

Somos transportadas por la magia de la Luz del Corazón de la Madre, a un espacio, a un bosque precioso, lleno de árboles que destellan luz, sus hojas son destellos radiantes, verdes esmeralda, las flores que ahí hay, son flores de cristal radiante luminosas, es el espacio donde cocrea la Diosa, donde el espíritu elemental de la tierra se vive, se siente y se percibe en su sublime grandeza, en su gran belleza, la atmósfera pura cargada de vida, nos hace sentir la poderosa vida moviéndose dentro de nosotras, sientan y absorban, donde esta nuestra conciencia esta la totalidad de nuestra energía.

Todas hemos llegado a este encuentro revestidas con nuestra vestidura de luz infinitamente bellas, vamos a percibir que la que esta aquí es la Diosa radiante que hemos estado visualizando, sintiendo y co-creando con ella, estos días.

Todas somos bellas, jóvenes, alegres, radiantes, sabias, justas, somos Diosas de abundancia, somos Diosas de amor, y al formar este círculo empieza a haber una conexión que activa un movimiento en espiral que se eleva a altísimas alturas dimensionales, respiramos con todo nuestro sentimiento y amor para ir activando más y más esta corriente de luz, que como un cono radiante se eleva hasta el propio corazón de la Diosa, la madre eterna, la madre divina, la madre de todos, la que fue en un principio, la que es ahora y la que será por siempre, a la que honramos y veneramos, a la que sentimos en nuestro ser, a la que nos ha hecho Diosas.

¡¡Respiren con más amor, aún más!! Desde la consciencia despierta de la Diosa que son y en nuestra íntima oración le expresamos a la madre:

¡¡Estamos aquí, tus hijas, abiertas totalmente de mente y corazón para recibir tu luz y tu bendición, tu sabia guía!! Permítenos co-crear con tu existencia el espacio de luz y vida para este planeta tierra, para esta humanidad y todos los elementos vitales que aquí se desarrollan, que la vida florezca de una manera gloriosa aquí en la tierra, que todos los úteros divinos como Diosas en este momento se unifiquen. Todas somos una formando el gran útero divino en conexión profunda con el Espíritu de la Madre divina, formamos aquí en la tierra el receptáculo sagrado, el útero que como una flor abierta esta lista a captar, a recibir y a su vez emanar la vibración trascendental del amor sublime, desde el centro de nuestra intuición, desde el centro de nuestra percepción extrasensorial captamos la vibración de la Madre que tocan nuestros seres, que desciende como la luz y nos envuelve y nos penetra en su totalidad, transmitiéndonos sus propias cualidades:

“Amadas hijas, este es el tiempo de recuperar la condición limpia y libre que las haga ser el botón florido que se abre generoso a compartir la esencia sublime que perfuma su ser, ¡Ábranse para dejar destilar su aroma de una manera suave y sublime, dulce y diáfana!, ¡Corra de nuevo el amor de la Diosa por toda la faz de la tierra perfumando la existencia de todos los seres, llevando la gracia divina a través de su sonrisa llena de resplandor divino!, ¡Caminen alegres, besando con sus pies a la madre tierra, su gentil caminar acaricia a la madre, y le hacen sentir que ustedes están vivamente, conscientes de la comunión con ella, suelten toda sensación de tensión, todo aquello que les cree un estado de fuerza, de choque interior!, la sublime esencia de la Diosa es suave, tersa, acaricia y con su sola presencia sana, por que Vds. son la flama de la luz, colocada en el centro de la existencia, la luz que brilla, la luz que con su suavidad prodiga calor a su entorno, caminen sueltas, seguras de que todos los seres de luz están con ustedes. Por su capacidad de captar y percibir los reinos superiores, las Esencias Maestras las han tomado como vehículo de expresión de la sabiduría eternal, sabiduría que han de compartir, que han de vivir, que han de sentir y sostener todo el tiempo mi intención solo con la presencia amorosa de su ser, cada una de ustedes será guiada en su espacio, su medio, para que expresen desde el acorde singular de su ser, la armónica celestial que estamos compartiendo con cada una. ¡Confíen, mantengan una actitud de pecho abierto, de respiración profunda, de íntimo contacto!, así estaremos emanando en Vds. toda la claridad de conciencia, el conocimiento que requieran y la fortaleza para mantenerse centradas en su sagrada misión, lleven alto, muy alto la dignidad de ser mujeres de luz, mujeres de consciencia divina, madres preciosas, seres sublimes, las flores del corazón de Dios que se colocaron aquí en la tierra para traer belleza infinita, siéntanse en esa dignidad que da la convicción de ser seres generados desde el espíritu, en conexión con ese espíritu y cooperando con el plan divino, para que esta tierra sea sanada, para que todas las limitaciones fabricadas por la mente sean borradas limpiadas y se mantenga el propósito puro de crear una humanidad constructiva, positiva, cooperativa entre todos los seres. Y en particular, amadas hijas, les recomiendo a todos los niños del mundo, a esos espíritus que están llegando con tanta sabiduría y que ahora están en todas partes, necesitando madres de amor, madres de sabiduría, todos los hijos de la tierra son sus hijos, por que en este gran útero espiritual, todas hemos gestado esta humanidad, cada uno de esos hijos, son sus hijos, en cuerpo, en alma y en espíritu. ¡Abrácenlos, envuélvanlos en sus oraciones, cúbranlos con la paz de su mente, cooperen para que crezcan sanos, felices, conscientes de su luz, rieguen esa semillita que hemos puesto, la semilla de la esperanza viene de cada niño que nace, sin distinción de sus padres, sin distinción de clases, sin distinción de nacionalidad, los niños son la semilla de la esperanza de la Madre. y cooperen con todas las mujeres que están gestando, sin preguntar nunca su condición, el porque, una madre que gesta, es una esperanza viva de la madre, de que esta humanidad ha de ser salvada, siéntanla como parte de ustedes mismas en la responsabilidad sublime de llevar la gestación a feliz término, todas somos un solo útero, todas somos una sola presencia, no hay diferencias en nuestro utero, todas somos las madres de esta humanidad, todos los hijos nos pertenecen, por que nos unen el vínculo mas profundo y verdadero que es el amor, el amor que sentimos por todos los seres. ¡Amen, amen y cuando crean que están amando mucho, sientan y amen más, aún más!, son capaces de amar en la totalidad, son capaces de sentir la pulsación del universo en su propia presencia, por que son Diosas de amor, Diosas que sienten, perciben, respiran al universo entero, en todos sus aspectos, en todos sus niveles, son Diosas de vida, y dondequiera que ustedes estén, la vida esta siendo apoyada, la vida florece. ¡Este es su compromiso!, y les encomiendo a los hombres, para que sean las maestras que le enseñen el camino del amor, de la ternura, de la suavidad, les encomiendo a los hombres, para que retornen a la consciencia de su verdadera luz, que cesen las luchas, que cesen los juegos de poder, la competencia, que lleva a un hombre a luchar con otro hombre, a una nación a luchar a otra nación. ¡Que los patrones masculinizados de lucha, competitividad, egoísmo sean lavados! por la presencia de la Diosa que comparte con dulzura, la comprensión la cooperación, el amor mutuo entre todos los seres encarnados para el bien común.

 Oremos para que todas las mujeres reciban este mensaje en este momento a lo largo de toda la faz de la tierra que esto que les estoy transmitiendo a ustedes sea transmitido a todas las mujeres nacidas y por nacer, que se extienda este mensaje redentor. Sientan como este circulo se va expandiendo, expandiendo, expandiendo, besando en la frente a todas las mujeres, vamos Diosas abrazando a todas las mujeres del mundo, en un trabajo multiplicador del bien, en una misión Divina de llevar esa sensación de ser los agentes activos que traen la medicina al mundo, somos las mujeres de poder, del poder místico, del poder divino, del poder del amor, somos mujeres luz y estamos compartiendo la luz con todos los seres, imantamos al planeta tierra con esa presencia, siente como viaja la consciencia de tu ser, trabajando con miles y miles de mujeres, dignificando su papel de Diosas, dignificado su papel de madres, llevándoles el mensaje de que somos libres en el espíritu y que desde esa libertad espiritual podemos vivir con dignidad, abundancia y amor en la tierra, dejen correr las lagrimas del perdón, conmuevan su ser. La madre se sensibiliza en Vds, Nos abraza haciendo que el fluir de sus lagrimas lave ya todo el dolor del mundo, que el fluir de sus lagrimas sea ya la alegría de la Diosa viendo a sus hijas, redimidas, liberadas y de nuevo en el nivel amoroso, soberano que verdaderamente le corresponde, cocreamos con nuestros sentimientos luminosos, ¡dejen que sus sentimientos se expresen, se expandan, así trabaja la Diosa, así las vírgenes lloran, pero lloran lagrimas de luz, de redención y de perdón, seamos esas vírgenes, seamos esas madres, llevemos con nuestras lagrimas ese rocío celestial que calma todo dolor, que limpia todas las heridas, que sane el desamor, la separatividad, las lagrimas de la madre son lagrimas que unifican, que purifican, que bendicen, que sanan, que traen alegría a nuestros corazones.

Somos un solo ser en el amor, nuestro gran útero se siente fecundo, nuestro gran útero se siente maternal y acuna a todos los seres, hombres y mujeres; los abraza, esas lagrimas se convierten en ese líquido de vida, el liquido amniótico, es saladito por que es el llanto, el llanto de amor, el llanto que envuelve, el llanto que abraza, que susurra canciones de cuna, que le dice a toda la humanidad, ¡cálmate, el dolor ya ha pasado! sosiégate, por que ya el tiempo de la lucha ya ha pasado, y con nuestro ser de amor arrullamos, acunamos a esta nueva humanidad, una humanidad que todavía esta aprendiendo el amor, pero que ese es el camino, esa es la respuesta que ya todos estamos buscando, la madre le susurra al oído a de toda esta humanidad, el amor es la única respuesta, el amor es la única respuesta, el amor es la única respuesta.

Acunen, abrasen, esta la humanidad aquí, recién nacidita, esta todavía tan pequeña, esta gestando ese poder que había olvidado, y ahora por la acción amorosa de la madre, esta regresando, todas juntas, todas cooperando, todas juntas en un mismo útero divino, todas somos necesitadas, las grandes y las chicas, todas las mujeres son una sola mujer, todas las mujeres son las madres gestoras de esta humanidad, y estamos dándole con toda la fuerza de nuestro amor, nuestra convicción de que solo la luz de Dios salva.


Agradecemos a los corazones de toda esta humanidad por habernos escuchado, por haber entrado al útero de la madre, por estar aquí con nosotros, y desde el corazón sublime de la madre, recibimos la gratitud amadas hijas, pilares de mi corazón en la tierra, les agradezco su presencia, su convicción y su amor hacia la luz, las reconozco como a mi misma, mantengan viva la llama del amor, el estandarte mas sublime, elévenlo siempre, vívanlo, siéntanlo.

La Diosa en nosotras ha hablado, su mensaje ha sido claro, su trabajo fecundo y su amor generoso, lo que ella nos ha dado hoy, es lo que nos dará siempre. Recordemos su mensaje, que se quede ya presente en todos nuestros pensamientos, que sature todas nuestras actitudes, para que las actitudes estén en santa comunión con su mensaje, que llenen nuestro hablar, nuestro mirar, nuestro tocar, para que sean las manos de la Diosa, aquí en la tierra, ella nos ha tocado, ha tocadoPublicar entrada en nuestros corazones, la fibra mas profunda de nuestro ser, y su toque es divino, nos ha transfigurado, nos ha redimido, y ha puesto en claro nuestra misión, con todo el amor de nuestro corazón, le vamos a decir:

¡Gracias Madre!
¡Gracias Madre!
¡Gracias Madre!

Las claves del Tantra

En el Tantra, no es el hombre el que «hace» el amor -más o menos bien- con la mujer, sino que dos repúblicas celulares, dos universos, se unen.
 
 Para captar la clave del Tantra, hay que comprender que:

• Mi cuerpo real es, de hecho, un universo de una complejidad extraordinaria, cuya vida secreta desconozco.

• Mi cuerpo vivido es un simple imagen, un esquema, una construcción mental, y es el único aspecto que conozco.

• Mi cuerpo es producido y animado por una Inteligencia creadora, la misma que suscita y preserva el universo, desde la más ínfima partícula subatómica a la más gigantesca de las innumerables galaxias.

• Mi cuerpo guarda, en sus profundidades ocultas, potencialidades insospechadas, energías extraordinarias, que en su mayoría quedan sin cultivar en el hombre común, pero que la práctica despierta y desarrolla.

• El cuerpo vivido, percibido, es una simple representación mental que no tiene mucho que ver con la grandiosidad del cuerpo real.
 

 

Dentro de esta perspectiva, el acto sexual tántrico es vivido de manera muy diferente al ordinario, el profano.
 
En el Tantra, no es el hombre el que «hace» el amor -más o menos bien- con la mujer, sino que dos repúblicas celulares, dos universos, se unen.
 
El hombre y la mujer están conectados entre sí, los intercambios se hacen en todos los planos. Gozar es entonces un subproducto no esencial. En lugar de estar centrado en su placer egoísta, cada uno se abre al universo corporal del otro como al suyo propio. El orgasmo no se rechaza, pero no tiene importancia real, ni para Shakti, ni para Shiva.

El maithuna tántrico ritualizado, sacralizado, crea así una relación muy diferente al contacto profano, gracias a esta actitud comtemplativa del otro y del acontecimiento que constituye la unión.



«Vivido en total apertura de espíritu y de sentidos, el amor sexual se convierte en una revelación.
Mucho tiempo antes de que se produzca el orgasmo masculino, la pulsión sexual se convierte en lo que podría describirse, psicológicamente, como una cálida fusión de la pareja:

él y ella parecen fundirse verdaderamente uno dentro de otro. Nada se hace para que las cosas se produzcan. Sólo hay un hombre y una mujer que exploran sus sensasiones espontáneas, sin idea preconcebida en cuanto a lo que debería pasar, pues la contemplación no concierne a lo que debería suceder sino a lo que es.

Se trata de establecer una corriente de intercambios entre los sentidos y su objeto, sin prisa, sin ningún deseo de posesión. En nuestra cultura, donde falta esta actitud, el contacto es breve, el orgasmo femenino raro o escaso, el hombre demasiado precoz, forzado por movimientos prematuros.»

«La relación contemplativa inmóvil prolonga los intercambios casi indefinidamente, frena el orgasmo masculino sin molestias, no obliga al hombre a apartar forzadamente su atención del acto. Además, una vez habituados a este enfoque, se podrá ser muy activo, durante mucho tiempo, gratificando así a la mujer con un máximo de estimulación.»

Aunque esto no sea el Tantra, donde este intercambio comtemplativo es un simple preliminar, su mérito esencial es otorgar tiempo a la experiencia, lo que resulta indispensable para la participación total de cada célula. Implicar a cada fibra del cuerpo de cada uno de los miembros de la pareja lleva más de diez o quince minutos!

Recuerda que la meta tántrica es la condición de Unidad.
En términos más «actuales», podríamos decir que la meta consiste en lograr la autorrealización o la integración personal, o simplemente la totalidad.

La palabra tántrica para el Uno es Shiva-Shakti, que se refiere a la unión de la consciencia cósmica con la energía creativa, la fuerza que mueve la creación, la combinación perfecta de lo masculino y de lo femenino que forman el Uno indiferenciado.

En el cuerpo residen Shiva y Shakti, que penetran y animan todas las cosas. En el cuerpo está Prakriti-Shakti y todos sus productos. El cuerpo es un inmenso depósito de poderes (Sakti). El objetivo del rito tántrico es llevarlos a su plena expresión.

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Ciclo Menstrual Sagrado


La menstruación es esa pérdida de sangre que cada mes vivimos las mujeres. Está directamente relacionada con el útero o matriz, y la incidencia en él de una serie de acontecimientos fisiológicos, hormonales, emocionales, sexuales, espirituales y lunares. Es un proceso de renovación asombroso. Un testimonio de vida y movimiento extraordinario que la mujer lleva consigo desde la adolescencia hasta una avanzada etapa de su vida
Como hemos visto , la cultura masculina en la cual nos desarrollamos desde hace milenios, se ha encargado de despreciarla, ensuciarla, ocultarla, y repudiarla. De esta manera, ha educado a generaciones de niñas en el estigma contaminante de la menstruación. Esto ha generado un profundo rechazo de la mujer hacia su propia naturaleza y sexualidad, y la ha hecho "padecer" de un "mal" que nunca ha existido.
Para la inmensa mayoría de mujeres del planeta la menstruación es un detritus, un desperdicio, "un desagradable acontecimiento por el que hay que pasar sin que 'los otros' lo noten". Esta prejuiciosa actitud hacia una manifestación saludable del cuerpo nos ha ido alejando de la posibilidad de conocer nuestro femenino. Y en gran cantidad de mujeres provoca serios trastornos de salud.
El ciclo menstrual abarca todo el mes, y se corresponde, esquemáticamente hablando según la medicina, con diferentes etapas: menstruación, proliferación celular, ovulación y fase de secreción.
Se le consideró sagrado hasta hace unos cinco milenios, mientras las culturas fueron matriarcales. Y desde siempre se le ha equiparado con el ciclo lunar de 28 días que pasa por cuatro fases: Luna nueva, creciente, llena y menguante. Estudios estadísticos actuales confirman que la relación del ciclo menstrual con los cambios de la luna no es un mito. Los índices más elevados de concepción y probablemente de ovulación se producen en la luna llena o los días previos.
La luna rige el movimiento de los líquidos corporales. Su influjo tiene tal fuerza que gobierna el movimiento de los océanos. El ciclo de la fertilidad y el parto también se acompasan con el ciclo de las mareas.
La interrelación macrocosmos-microcosmos se hace evidente en la mujer, cada mes. Eso no es una casualidad, una coincidencia o un capricho de la existencia. El ciclo menstrual es una de las tantas manifestaciones de esa identidad femenina, que nos hace ser cómplices innatas de la Creación. No tenemos que hacer nada para sentir esa confabulación con lo celeste, venimos a la vida hechas con esa capacidad. Despreciarla, ignorarla o anularla tiene sus consecuencias.
Según la ciencia médica, la menstruación es la señal visible del "fracaso reproductor" . Esa forma de adjetivar este fenómeno biológico natural ha sellado el psiquismo femenino durante infinidad de generaciones. Y acecha aún hoy la emocionalidad de las mujeres, incluso de las que se creen liberadas.
Para sanarnos de esa herida que nos ha sido infligida como especie, tenemos que aprender a ver nuestro ciclo con una lente no reduccionista -ni materialista y mecanicista como la científica-, sino con una visión universalista y femenina de humanidad, que nos permita descubrir las resonancias de nuestra condición física, psíquica, emocional, creativa y espiritual de mujeres. No vamos a entrar en los detalles anatómicos ni fisiológicos descritos en cualquier libro de medicina o de divulgación, aunque sí los vamos a tener en cuenta.
¿Cuál es la expresión de belleza más relevante y universal de la naturaleza? Ésa con la que todos los habitantes del planeta nos conmovemos. Ésa que atrae nuestra vista y nuestro olfato. Ésa asombrosamente original en cada diseño, en cada forma, en cada matiz. Ésa que se encuentra en selvas y desiertos, abismos y montañas. Ésa es: La delicada flor.
La flor es el órgano genital de las plantas que, según su naturaleza, se convertirá en fruto. Sirve a la reproducción, a la fértil multiplicación de ese ser vivo. La genitalidad de la flor se expande lejos con sus aromas, con sus perfumes. Lleva el impulso de la vida hecho para enamorarnos. Esa flor es nuestra sexualidad. Y en ella, durante una larga etapa de nuestras vidas, nos visita, una vez por mes, la menstruación.
La pérdida de sangre que se da en una mujer cada mes, le hace pasar de, aproximadamente, 4,5 litros de sangre circulante a 4 litros . Esa baja de glóbulos rojos hace que haya una menor oxigenación en todo el cuerpo y lo que más se afecta es el cerebro. Esto explica el cansancio, la debilidad y la somnolencia que se dan en esos días.
Si nos contempláramos a nosotras mismas como seres inacabados, nos daríamos cuenta que en esos días pensamos de una manera diferente a la habitual: Se nos ocurren nuevas ideas, estamos propensas a soñar y recordar los sueños, y desarrollamos una sensibilidad diferente. Nuestra capacidad de soñar despiertas es mayor.

Lo que sucede es que cada mes la mujer vive un AYUNO BIOLÓGICO, caracterizado por una disminución del oxígeno cerebral y esto le hace entrar en un estado de consciencia singular: Más sutil, más creativo, más sereno. Baja el ritmo de exigencia cotidiano, para entrar en un sentido más femenino de la existencia, más contemplativo.
En su interior, el útero está en un proceso caótico, de grandes cambios celulares y hormonales. Se desprende de toda una estructura que había sido especialmente preparada para concebir y recibir a un nuevo ser. Es un proceso tan vital que no se detiene ni un segundo en sus infinitos movimientos. Se prepara una renovación celular total. Es una expresión de vida sin escarceos, un derroche de vitalidad.
Mientras tanto, la mujer se manifiesta muy cambiante en sus emociones: Alegre, a veces triste o nostálgica, con tendencia a llorar; otras veces, irritable o muy activa... En ocasiones, no percibimos un cambio de carácter, aunque siempre nos notamos más sensibles.
La menstruación se corresponde con el TRANCE CHAMÁNICO.
La ciencia, cuando desea clonar una célula, la somete a ayuno. Esa situación extraordinaria actúa potenciando su capacidad renovadora y le hace dividirse con facilidad, generando otra célula igual a sí misma. De esta manera, entra en un ritmo inmortal.
Ese proceso de renovación es el que viene inmediatamente después de la menstruación. El organismo se ha liberado de todo lo viejo. Ha purificado la matriz, ha limpiado el cuenco fértil para generar un nuevo proceso creativo. Se corresponde con el ÉXTASIS CHAMÁNICO. La palabra éxtasis viene del griego y quiere decir: Fuera de la forma.
Durante la menstruación se ha dado esa renovación física, mental y anímica que nos lleva a ser otras. Cada mes somos diferentes, porque cada mes ofrendamos a la tierra todo lo que fuimos. Es como si la Creación tuviera prevista la resurrección femenina cada mes.
Las féminas vivimos un proceso misterioso y exuberante que nos hace cambiar de forma. Entramos en un aspecto renovado y desconocido de nosotras mismas. Esa renovación ha creado nuevas células sanguíneas, nuevas células uterinas y va en camino de hacer madurar a un nuevo óvulo. No somos conscientes de todo el despilfarro de vitalidad que albergan nuestras entrañas, pero el organismo sí es consciente de que "es otro".
Este proceso de extraordinaria renovación favorece la longevidad. De hecho las mujeres -según las estadísticas- viven de ocho a diez años más que los varones. Es como si la fémina, con este ayuno mensual, se preparara para un estado de inmortalidad. Pero para dar ese salto espiritual, para vivirlo en toda su dimensión, tiene que ser consciente de la trascendencia de la menstruación y de lo que ella genera en su estructura y en su sensibilidad. Tiene que aprender a cuidarse, y recuperar la veneración y el amor por su templo…
¿Pero cómo va a conectarse con esta visión trascendente de lo que es como mujer, si siente vergüenza de su menstruación?
A eso le ha llevado esta cultura masculina. En la inmensa mayoría de mujeres que habitan el planeta, el proyecto femenino, que era de inmortalidad, se bloquea a causa de esa actitud hacia sí mismas y alcanza su manifestación únicamente en la longevidad -mínima expresión material de una idea infinita-.
¿Será que el ciclo menstrual está ahí para recordar a la humanidad que es inmortal?
En la Alta Antigüedad se buscaba el "elixir de larga vida". Pero claro, el hombre siempre relacionó el "conocimiento sobre la inmortalidad" con el poder. El varón pensaba -y aún lo piensa- que poder manejar la muerte es ser Dios. Quizás ésta sea una de las razones por las cuales al varón se le ocurrió dominar y esclavizar a la mujer: Para que no se hiciera poderosa… Cosa que a la mujer nunca se le ocurrió. No es su naturaleza.
Hemos descrito dos estancias, dentro de lo que es el chamanismo, relacionadas con el ciclo femenino sagrado: El trance menstrual y el éxtasis como vivencia ulterior. ¿Y qué hay del VIAJE CHAMÁNICO?
El VIAJE CHAMÁNICO corresponde a los óvulos con los que la mujer nace, o sea, con su potencial procreador. ¿Qué hace el óvulo una vez por mes sino un viaje hasta la Trompa de Falopio? Cuando nacemos tenemos un caudal reproductor de, alrededor de 400 mil óvulos. De estos emprenderán el viaje entre 400 y 500, durante toda la etapa reproductiva.
Ahora estamos en condiciones de ver que, cada mes, la mujer está preparada para vivir una verdadera iniciación espiritual. Por ello se dice que la mujer nace bruja:
-Viene al mundo dotada de lo necesario para el VIAJE CHAMÁNICO: Sus óvulos.
-Cuando entra en la Menarquia , comienza un largo recorrido iniciático mes a mes, que la va haciendo conocer el TRANCE mediante la menstruación -días en los cuales vive el caos creativo del Universo- y el ÉXTASIS de la renovación en los días posteriores.
-El proceso culmina en la Menopausia con la manifestación de: La sabia, la bruja, la hechicera, la maga, la chamana. Diversas facetas de la mujer que, una vez liberada de los asuntos mundanos, se expande y proyecta su vida hacia la Creación , en un éxtasis permanente de devoción y amor.
Desde el punto de vista de la Medicina Tradicional China, el organismo femenino vive un equilibrio entre la sangre y la energía hasta que llega la menstruación. Es ahí cuando las mujeres entramos en el caos creativo: Ese desequilibrio necesario para que se marche lo viejo y se genere la renovación celular.
Como perdemos sangre, la energía es mayor. Es una cuestión de "vasos comunicantes" en la expresión del Tao: A menor sangre, el Qi, el soplo, aumenta.
La sangre también es energía, pero una energía Yin, concreta, manifestada, material. La energía Yang aumenta en la mujer durante los días de la menstruación -al contrario de lo que se puede deducir de la fisiología-. A menor cantidad de sangre se genera más Yang.
Lo que nos hace percibir lo contrario es que, cuando estamos menstruando, pretendemos seguir el ritmo habitual, como si nada pasara -en eso nos han educado-. Y claro, lo que nuestro ser femenino nos está pidiendo, a través de esa somnolencia, de esa sensación de cansancio, de esa bajada de ritmo, es que prestemos atención a otras cosas. ¿A qué? A todo cuanto está sucediendo en nuestro interior y a aquellas circunstancias externas que, habitualmente, no tenemos en cuenta. Nuestro ser femenino nos reclama que cambiemos la actitud habitual de haceres, rendimiento y beneficio -del mundo masculino- para poder percibir esa explosión Yang, sutil, que se da en nuestro interior. Estado que nos hace estar más receptivas a otros tipos de comunicación. Si desarrollamos esa actitud, nos damos la oportunidad de descubrir mes a mes, nuestro ser clarividente. Las mujeres no es que seamos listas. No, ¡qué va! Somos clarividentes.
Es una clarividencia en las pequeñas cosas. Esas certezas que nos vienen de cómo resolver una situación o cómo presentar tal comida o cómo distribuir la habitación o el tan necesario "saber estar".
Como Inspiración Femenina sugerimos que los días de la menstruación, como estamos viviendo ese trance chamánico, lo ideal es dedicar un espacio destacado a la meditación y a la oración. La renovación que estamos viviendo es espiritual, y así debemos tratarla. De esta manera, entraremos en sintonía con el proceso que se da en nosotras. Y, poco a poco, iremos recuperando la ilusión y la alegría de ser féminas.
Son muchas las mujeres que viven desagradablemente la menstruación. Con dolores de cabeza, sensaciones de mareo y, sobre todo, dolores en la zona abdominal y en la espalda que a veces se hacen insoportables e incapacitantes. Es la tan mentada dismenorrea. A pesar de ser tan famosa y frecuente, no es normal.
Pasar cualquier tipo de malestar durante la menstruación, es la manifestación del rechazo -inconsciente muchas veces- que siente la mujer por ser hembra.
Muchas féminas, después de tener hijos, dejan de sentir los síntomas dolorosos de la menstruación. La razón es muy simple. En el momento en que la mujer se embaraza, quiera o no quiera, acepta el rol femenino. Como hay una motivación trascendente, que es el bebé, tiene que feminizarse a la fuerza. "Ahora vas a ser mujer te guste o no te guste." Obviamente, el rechazo a ser mujer es esperable en un ambiente social y cultural sexista, que siempre ha considerado inferior al principio femenino.
Por eso, lo que debemos hacer es ir en el sentido de recuperar nuestra identidad como femenino. En la medida en que la mujer recupere su verdadera identidad -que aún hasta las más femeninas desconocen, puesto que al femenino nunca se le permitió desarrollarse-, la dismenorrea va a desaparecer. La enfermedad no es más que la manifestación de la pérdida de identidad. Una alerta de la Creación para que el ser de humanidad dé un cambio, reaccione ante lo que le está sucediendo, y retome su proyecto de vida.
Desde Inspiración Femenina llamamos a reconciliarnos con nuestra sangre, para comenzar a disfrutar de lo que nos toca vivir cada mes. Que nos permitamos llorar a gusto, ensoñar a gusto, andar más despacio y, sobre todo, que podamos contemplarnos en todo el proceso con el humor de la transformación: ¿A ver qué siento? ¿A ver cómo reacciono? ¿Con qué he soñado este mes? ¿Cómo estaba la luna? ¿Se ha retrasado o adelantado, por qué?... etc.
No sabemos cómo va a ser cada menstruación ni cómo va a gobernar en nuestro ánimo ni qué cambios nos va a generar después de que pase. Ahora tenemos oportunidad de comenzar a darnos cuenta de lo que significa en nuestra vida.
Se nos ha regalado un palacio de 500 puertas sin cerrojos. Cada una labrada en una madera diferente, con aromas únicos y texturas insinuantes, con tallas curvas y sensuales, sencillas mas reveladoras. Hemos ido recorriendo sus pasillos, sin darnos cuenta de que, cada mes, podíamos abrir una de esas puertas y entrar en la estancia desconocida que la Creación tenía preparada para nosotras. Se nos ha regalado un inmenso palacio, donde cada estancia es una faceta de nuestro femenino, una promesa de cambio, una invitación a sentir el misterio de la existencia y la alegría de vivir.
Las que nunca abrieron las puertas de su palacio y las que aún pueden hacerlo, tendrán el gozo de transmitirlo a las más jóvenes para que puedan disfrutar del misterio de ser féminas y fusionarse -desde su sabiduría de vida innata-, con el Eterno Femenino.


Oración de las Mujeres Guardianas de la Tierra

“Mi corazón de mujer es rociado con el dulce néctar de sanación que la Madre Cósmica me entrega.

En este momento soy parte del Círculo Sagrado de Mujeres de Luz, y unida a mis hermanas, activo mi fuerza espiritual para irradiar energía amorosa a través de mis manos y mi  conciencia.
Te pido Madre Cósmica que bendigas mis manos y las manos de mis hermanas en todo el mundo para poder canalizar aquí y ahora tu Luz Sanadora hacia la Madre Tierra.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu paz.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Luz.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Amor.
Ayúdanos a despertarnos como Mujeres Sagradas, guerreras del Amor, defensoras de la Vida.
Acompañada por la Fuerza espiritual de todas mis hermanas envuelvo a la Tierra en una Luz intensamente Violeta y la limpio de todas las heridas. Libero en este instante su dolor y sufrimiento y envuelvo a la Tierra en una serena Luz Rosada, llenando de vibración amorosa cada rincón de este planeta.
El poder gestante de mi útero se une al poder gestante de los úteros de mis hermanas, y entre todas formamos un círculo sagrado de protección para la Madre Tierra.
Estando juntas y conscientes de nuestro poder femenino unificado, nuestro Amor es un arma concreta, más poderosa que cualquier arma de guerra.
Abro en mis circunstancias actuales canales hacia la Gracia Divina.
Me comprometo a Ser Guardiana de la Madre Naturaleza, amando y cuidando todo lo que la Diosa ha creado en la Tierra.
Me comprometo a mantener viva esta oración día tras día, fortaleciendo el Círculo de Mujeres de Luz.
A través de mis actos cotidianos me comprometo a sembrar Amor en la Tierra.
Autora Todas las Activistas de la Luz, el Amor, la Consciencia y la Libertad.

Ruka Kuyen

Ruka Kuyen
Ceremonias Femeninas de Purificación en Castro